Increíble, pero cierto A 15 días de la desaparición de Loan Danilo Peña en Corrientes, los investigadores no descartan ninguna posibilidad, ni siquiera las teorías más siniestras y enrevesadas relacionadas con aspectos culturales y religiosos. La razón El espeluznante precedente establecido por el asesinato atroz de Ramoncito González en 2006, el primer caso clasificado como crimen ritual por la justicia argentina, que llevó a 10 individuos a prisión perpetua.
La historia de terror comienza el 6 de octubre de 2006, cuando Ramón Ignacio González, un niño de 11 años que solía vender estampitas cerca de una antigua estación de la localidad correntina de Mercedes, desapareció en camino a la escuela. Horas más tarde, el pequeño fue brutalmente torturado, violado y descuartizado como una ofrenda a San La Muerte en una propiedad alquilada.
El juicio posterior y confirmado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró culpables a los acusados de homicidio triplemente calificado, por haberse cometido con ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal y gravemente ultrajante y privación ilegítima de la libertad. La sentencia también reconoció el padecimiento prolongado que sufrió el menor antes de su muerte, ocasionado por varias personas que se aprovecharon de su absoluto estado de indefensión.
El caso conmovió a Corrientes y desató una búsqueda frenética que finalmente llevó al descubrimiento del cuerpo descuartizado de Ramoncito en un baldío cercano a su hogar. Inicialmente, se sospechó que el niño había sido asesinado por quedarse con un vuelto de las drogas que vendía, pero pronto se reveló una historia mucho más siniestra y retorcida.
Tras varios meses sin pistas, la incorporación del antropólogo correntino José Humberto Miceli al caso comenzó a arrojar luz sobre el asunto. Miceli identificó estigmas en las manos de la víctima, huesos faltantes y marcas de tortura previas a su muerte, relacionando el crimen con un ritual satánico.
La autopsia confirmó los peores temores: Ramoncito había sido violado, empalado, descuartizado y decapitado, y su cabeza fue encontrada en un lugar diferente, desprovista de piel. El informe también reveló golpes, cortes y quemaduras en el cuerpo del niño, quien soportó un calvario que se prolongó durante horas.
Un testimonio clave en el caso provino de una niña de 14 años, apodada Ramonita, quien presenció la ceremonia ritual y cuyo testimonio ayudó a resolver el caso. La joven describió cómo los participantes del rito bebían vino con un líquido rojizo y aullaban mientras bailaban alrededor del niño, quien fue violado y golpeado hasta la muerte.
El rito incluía quemaduras de cigarrillos, cortes y consumo de cocaína, y varios de los participantes abusaron sexualmente de menores durante el sacrificio. La forma en que encontraron el cuerpo de Ramoncito coincidía con los manuales de magia negra encontrados en los allanamientos, lo que sugiere una ceremonia planificada y sádica.
En 2011, la justicia condenó a los acusados a la pena máxima, pero uno de ellos, Daniel Alegre, logró evadir la justicia durante 4 años antes de ser capturado en Córdoba. En 2015, también fue condenado a la pena máxima. El último recurso presentado por el defensor de Alegre fue rechazado en agosto de 2021, y en marzo de 2023, uno de los condenados, González, quien en el momento del crimen tenía 17 años, recuperó la libertad.
La historia de Ramoncito sigue siendo una de las investigaciones más impactantes y aterradoras en la historia criminal argentina, y su recuerdo persiste en la memoria de Corrientes y del país entero.