La crisis desatada por el tráfico de drogas en Estados Unidos ha dejado un saldo devastador, y el fentanilo se ha erigido como el peor de los enemigos, causando una auténtica crisis de salud pública que continúa segando vidas en todo el territorio.
Según cifras provisionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC, de enero de 2023 al mismo mes de 2024, se reportaron la escalofriante cifra de 102.384 muertes por sobredosis en Estados Unidos, la mayoría de ellas provocadas por letales opioides sintéticos que inundan el país a través de la frontera sur.
El origen de estas drogas se rastrea hasta cárteles mexicanos, los principales productores de estas sustancias letales. Sin embargo, la complejidad de la crisis se acrecienta con la fabricación de narcóticos sintetizados con ingredientes peligrosos y de bajo costo, representando un mayor riesgo para los consumidores.
El fentanilo, una droga sintética extremadamente potente, se ha mezclado con dos fármacos letales, aumentando su efecto y reduciendo los costos de producción. Estos fármacos, el nitazeno y la xilacina, nunca han sido aprobados para uso médico y representan un riesgo aún mayor para los consumidores.
La xilacina, también conocida como tranq o la droga zombie, es un tranquilizante, analgésico y depresor del sistema nervioso central aprobado para uso veterinario. Cuando se combina con fentanilo, forma una mezcla conocida como tranq dope, aumentando el riesgo de muerte por intoxicación.
La DEA ha advertido sobre el aumento de pruebas de heroína y fentanilo adulteradas con xilacina, y su prevalencia se ha identificado en muestras incautadas en todos los estados del país, incluyendo Puerto Rico.
La situación con los nitazenos es similar, ya que se han relacionado con muertes por sobredosis en varios estados y son mucho más potentes que la heroína y la morfina. La DEA ha advertido sobre su expansión a estados del sur y de la costa este.
La mezcla de estas sustancias letales dificulta el rastreo e intercepción de los proveedores y obstaculiza mitigar las afectaciones que los narcóticos tienen en el cuerpo humano. La crisis desatada por el tráfico de drogas en Estados Unidos continúa causando estragos, y el fentanilo sigue siendo el peor de los enemigos.