Justicia ha sido servida en el estado de Sonora La Fiscalía General de Justicia FGJ ha logrado encadenar a proceso a los dos sospechosos del asesinato del comandante Gerardo Camacho y su escolta, en un espectacular golpe a la delincuencia.
Después de una investigación exhaustiva y contundente, la FGJ presentó pruebas irrefutables que vinculan a Ángel Jhonatan N y Víctor Miguel N con los crímenes atroces de homicidio calificado con alevosía y ventaja, homicidio calificado en grado de tentativa y asociación delictuosa.
El juez de control dictaminó la prisión preventiva como medida cautelar para los acusados, mientras que el Ministerio Público del fuero común determinará el desglose correspondiente a la autoridad federal por la portación ilegal de armas de fuego y cargadores.
El trágico evento ocurrió el 3 de junio, cuando Gerardo Camacho y su escolta Jesús Ortiz fueron emboscados y asesinados a sangre fría en una veterinaria local. Los sicarios abrieron fuego por la espalda contra las víctimas mientras estaban haciendo compras en el comercio.
Enrique N, el propietario del negocio, resultó herido en el ataque, pero logró sobrevivir después de recibir tratamiento en una clínica de los Estados Unidos. Los asesinos también atacaron a dos policías municipales, Martín Antonio N y Julio N, quienes repelieron la agresión y resultaron ilesos.
Después de una persecución intensa, los sospechosos fueron capturados por la policía en la misma colonia, donde fueron encontrados en posesión de armas de fuego y drogas ilícitas. Los detenidos y los indicios incautados fueron entregados a la autoridad investigadora, lo que llevó a la incautación de diversos cateos y dictámenes periciales en química que establecen que los acusados utilizaron armas de fuego en el ataque.
Además, se presentaron testimonios y declaraciones de testigos y víctimas que acreditan que los detenidos fueron contratados en otro estado de la República Mexicana para cometer el asesinato en contra del mando de la policía municipal.
La justicia finalmente está en marcha en Sonora, y los asesinos de Gerardo Camacho y su escolta finalmente rendirán cuentas por sus crímenes atroces. La lucha contra la delincuencia continúa