Explosivo Cuatro jóvenes, temerarios y sin escrúpulos, fueron arrestados por la Policía de Buenos Aires después de sembrar el pánico en el barrio de Belgrano. Armas en manos de imprudentes Estos individuos, de entre 19 y 21 años, dispararon con un arma de aire comprimido a transeúntes inocentes, poniendo en riesgo sus vidas.
El periodista Pablo Duggan destapó el escándalo, pero los hechos ocurrieron el 29 de abril. La Policía de la Comisaría 13A actuó rápidamente gracias a las alertas de los vecinos del barrio, quienes informaron de un vehículo sin patente que realizaba disparos con un arma larga.
La persecución policial fue digna de una película de acción. Los sospechosos se dieron a la fuga en un Fiat Cronos a toda velocidad, cruzando semáforos en rojo sin importarles las consecuencias. Finalmente, los detuvieron en la intersección de Juramento y Dragones.
Al revisar el vehículo, los oficiales encontraron el arma del delito: un arma de aire comprimido con balines. Además, en el maletero, se halló la patente del auto, que había sido previamente removida. Los cuatro jóvenes fueron arrestados por portar armas no convencionales, usurpar títulos y honores, y desaparecer sellos y marcas.
Inicialmente, se reportó que los disparos iban dirigidos a personas sin hogar, pero el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Kravetz, desmintió esa versión. Aun así, el hecho de que cuatro jóvenes circulen por la ciudad a altas horas de la madrugada, disparando armas, es una situación alarmante y absurda. Un acto de locura que no tiene justificación
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