Un individuo de mala fama se atrevió a saquear la residencia de una familia que se encontraba disfrutando de unas merecidas vacaciones en la localidad de Cosquín, en Córdoba. No contaba con la presencia de dos feroces canes de raza Pitbull que le dieron una lección que no olvidará.
El asalto tuvo lugar durante la noche del sábado, cuando un trío de maleantes detectó que la vivienda, situada en las calles Arruabarrena y Pueyrredón, estaba deshabitada. Sin piedad, decidieron ingresar para llevar a cabo su fechoría.
Sin embargo, el plan se vino abajo rápidamente cuando los vecinos se percataron del intento de intrusión y comenzaron a alertar a la policía. Los dos cómplices, temiendo ser capturados, huyeron dejando solo a su compinche en el techo de la casa.
Fue en ese momento cuando el delincuente, de 36 años, decidió entrar en acción y saltar al interior de la vivienda. Pero lo que no esperaba era la bienvenida que le tenían preparada los dos perros, que lo atacaron con una ferocidad desmedida.
Al llegar al lugar, los oficiales de policía se encontraron con una escena dantesca: los canes no soltaban al intruso, que yacía en el suelo mientras era mordido sin piedad. Tras varios intentos, lograron separar a los animales y los paramédicos lo trasladaron de urgencia al hospital Domingo Funes.
Ahora, el ladrón se encuentra en estado reservado en el centro de salud de Punilla, con graves lesiones en el antebrazo izquierdo y otras heridas en distintas partes de su cuerpo. Los dueños de la casa, al regresar de su viaje, se mostraron aterrorizados por el fallido asalto. Afortunadamente, los perros no fueron decomisados y permanecen en la propiedad. En el lugar se mantiene una vigilancia policial.