El peligroso narcotraficante Jesús Méndez Vargas, alias El Chango Méndez, ha visto ratificada su condena de 45 años y 10 meses de prisión por los delitos de delincuencia organizada y posesión ilegal de armas de fuego de uso exclusivo del ejército. El fundador del cártel de la Familia Michoacana, notorio por su brutalidad y su mezcla de narco y religión, no podrá apelar la sentencia emitida por un Tribunal Federal.
Méndez Vargas, quien una vez perdonó la vida a Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, cuando éste era un sicario de bajo rango en Los Valencia, ha sido vinculado a la Familia Michoacana desde sus inicios, cuando la organización se hizo conocida por las decapitaciones de miembros de otras agrupaciones criminales.
La Fiscalía General de la República ha acumulado pruebas de que El Chango Méndez dirigió la organización junto a Nazario Moreno González, alias El Chayo o El Más Loco, y que Méndez Vargas difundía la ideología religiosa del cártel a sus miembros, especialmente a los nuevos reclutas. También se sabe que encabezó una guerra contra Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, después de que éste abandonara la Familia Michoacana para formar su propia agrupación delictiva.
En junio de 2011, Méndez Vargas fue capturado en Aguascalientes con material bélico. En 2022, fue sentenciado, pero apeló y ahora el Tribunal Colegiado ha confirmado la sentencia condenatoria y una multa de 13,490 días, equivalente a 751,218 pesos. El capo se encuentra actualmente recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Número 13 en Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca.
Sin embargo, en abril de este año, un juez federal detuvo su extradición a los Estados Unidos, donde la Corte Federal de Distrito para el Distrito Sur de Nueva York ha solicitado su entrega. Méndez Vargas, quien una vez fue un importante colaborador y jefe de sicarios al servicio del capo Osiel Cárdenas Guillén en el cártel del Golfo, ahora se enfrenta a la perspectiva de ser entregado a los norteamericanos.