Bajo el mandato del presidente colombiano, Gustavo Petro, Colombia está empeñada en persuadir a Venezuela para que acepte la transición, el plebiscito y el acuerdo de garantías previos a las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio. No obstante, las relaciones entre los dos países se han tensado, especialmente después de las declaraciones del canciller encargado de Colombia, Luis Gilberto Murillo, quien abogó por una transición democrática en Venezuela.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, arremetió contra Murillo y el embajador de Petro en Caracas, Milton Rengifo, acusándolos de trabajar para el gobierno de los Estados Unidos. A pesar de estas tensiones, Colombia está trabajando en un proyecto similar a un plebiscito para garantizar condiciones después de las elecciones, independientemente del resultado.
Sin embargo, la propuesta no ha avanzado y una fuente involucrada en el proceso afirmó que ya es tarde para seguir la discusión del texto. El candidato opositor venezolano, Edmundo González, confirmó que se reunió con la representación diplomática de Colombia en Venezuela para discutir la propuesta.
El chavismo puede intentar impedir o boicotear las elecciones si sospecha que la oposición, liderada por María Corina Machado, superará a Nicolás Maduro. Si Petro no se pronuncia sobre el tema esta semana, la fuente afirma que el proceso habrá muerto.
La propuesta de Petro para las elecciones en Venezuela se asemeja a los acuerdos de México firmados por el gobierno y la oposición en 2022, con énfasis en garantías a través de un plebiscito. Los puntos clave incluyen el respeto y garantía de los derechos políticos, garantías electorales, levantamiento de sanciones, restauración de derechos, respeto al Estado de derecho, convivencia política y renuncia a la violencia.
A pesar de la preocupación de Brasil por la inestabilidad política en Venezuela, el texto de la propuesta no se ha hecho público. Las encuestas dan una ventaja al opositor Edmundo González sobre Maduro, quien se enfrenta a la posibilidad de seis años más en el poder.
La situación económica es la principal preocupación de los venezolanos, y las mejoras económicas recientes han aumentado un poco la popularidad de Maduro. Sin embargo, las encuestas de Delphos indican que el 80% de los venezolanos quiere un cambio y está dispuesto a votar. A pesar de esto, el clima electoral aún no se ha despertado en Venezuela y los ciudadanos están a la espera de los acontecimientos futuros.