La tormentosa aventura de Natalia Hernández y Fernando Solabarrieta desató los infiernos mediáticos Una fotografía que los muestra compartiendo un tierno beso en la mejilla se esparció como pólvora en las redes sociales, sembrando sospechas de un romance entre ambos. El escándalo estalló
Según el relato de Hernández al diario LUN, la instantánea fue tomada el 19 de abril, durante una reunión en un bar del sector oriente de Santiago, donde Natalia y dos amigas disfrutaban de una amena velada. La aparición de Negro Piñera, cercano a una de sus acompañantes, desató una cadena de eventos que llevaron a la entrada de más personas, entre ellas, Solabarrieta.
Natalia, dueña de cinco salones de belleza en Santiago y una marca de alisado orgánico, comenzó a grabar y subir videos y fotos a su Instagram personal. En medio de la reunión, intercambió palabras con el periodista y, en un momento de complicidad, Solabarrieta le dio un beso en la mejilla, el cual fue capturado en una de las fotografías que Natalia subió a su historia de Instagram.
Tras la filtración de la imagen, Natalia quedó desconcertada y asustada por la reacción del público. A pesar de que el encuentro con Solabarrieta no había trascendido más allá de una amena conversación y un beso en la mejilla, la fotografía y el silencio de ambos sobre el tema desataron una ola de especulaciones y comentarios en su contra.
La empresaria afirmó que le escribió y llamó a Cecilia Gutiérrez, la periodista que difundió la imagen, pero no ha obtenido respuesta. Natalia aseguró que no ha vuelto a verse con Solabarrieta y que se sintió defraudada por su actitud.
El escándalo ha tenido un gran impacto en la vida personal de Natalia, quien ha tenido que enfrentar los comentarios y preguntas de su entorno sobre su supuesta relación con Solabarrieta. Incluso, una de sus hijas faltó tres días al colegio debido a las constantes preguntas sobre el tema.
La historia de Natalia Hernández y Fernando Solabarrieta es un claro ejemplo de cómo una fotografía puede desatar un torbellino de especulaciones y comentarios en los medios y en las redes sociales. A pesar de que ambos han negado tener una relación, el daño a la imagen pública de Natalia ya está hecho. Un escándalo que sin duda quedará en la memoria colectiva