El misterio del material radiactivo robado en Saavedra continúa mientras el peligroso botín desaparece sin dejar rastro A pesar del hallazgo de la caja que contenía el material sustraído, el resto del envase sigue siendo un enigma para los investigadores.
El fiscal José Campagnoli, a cargo del caso, ha declarado que se trató de un robo común y corriente, pero ahora se enfrenta al desafío de identificar a la última persona que manipuló el paquete. Mientras tanto, el riesgo que representa el material no es mortal, pero podría causar graves daños si entra en contacto directo con la piel, por lo que es crucial que quien lo haya llevado o descartado se presente urgentemente.
Las fuentes vinculadas a la investigación sugieren que el robo fue un acto impulsivo, cometido en un descuido de la empresa transportista. La empresa, que maneja regularmente este tipo de sustancias, no había experimentado nunca un incidente de este tipo, ya que siempre sigue el mismo procedimiento de carga y descarga. Sin embargo, como no se habían implementado medidas de seguridad adicionales, alguien aprovechó la oportunidad para robar el material.
La policía está revisando exhaustivamente las cámaras de seguridad de la zona para identificar al sospechoso y rastrear su paradero, con la esperanza de encontrar el resto del envase. Durante la madrugada del miércoles, la policía descubrió la caja vacía dentro de un contenedor en Chacarita, pero el resto del envase sigue sin aparecer.
Un vecino declaró haber encontrado la caja completa, pero la dejó donde estaba y más tarde alguien la abrió. Se sospecha que una persona sin hogar podría haberla recogido.
El material robado se utiliza normalmente para diagnósticos de hipertiroidismo y cáncer de tiroides. Si bien está clasificado como peligroso, no pone en riesgo directamente la vida de una persona. Sin embargo, si alguien manipula la ampolla y entra en contacto con el líquido, el riesgo puede ser alto.
Si alguien encuentra el material, se insta a mantenerse a una distancia de 30 metros y comunicarse inmediatamente con la Policía Federal, la autoridad regulatoria nuclear o la Policía de la Ciudad. No lo manipulen bajo ninguna circunstancia