La joven de 19 años, Brenda Nicol Ávila Barrera, quien fue arrestada después de que se difundiera un video en el que se la ve golpeando a su hija de cuatro años con un cinturón, se enfrenta a cargos más graves debido a una nueva declaración de su pareja.
En un primer momento, el joven afirmó que su novia solo quiso asustar a la niña y le mostró el cinturón sin lastimarla. Sin embargo, después de que el video se hiciera viral, el novio regresó a la fiscalía y amplió su declaración, confirmando la paliza que se ve en la filmación.
El novio declaró que escuchó un grito desde la habitación de la pareja y corrió hacia allí para encontrar a Ávila golpeando a la niña con un cinto negro. El joven logró detenerla y llevarse a la niña, pero Ávila comenzó a gritarle y a decirle que no se metiera porque no era su hija.
Después del incidente, el novio le pidió a Ávila que no lastimara más a la niña y ella respondió que lo hizo porque estaba nerviosa. Los resultados de los peritajes psicológicos y físicos determinaron que la niña tenía lesiones en su cuerpo, coincidentes con una situación de maltrato.
Como Ávila ya estaba siendo investigada por homicidio preterintencional, por la muerte de su exsuegra, Laura Natalia Giordano, el fiscal a cargo de la investigación, Tabaré Ezcurra, ordenó su traslado a prisión. La situación de Ávila se ha vuelto cada vez más complicada, y se enfrenta a cargos graves de amenazas agravadas y lesiones agravadas por el vínculo.