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Explosiva revelación en el caso de la tragedia de Pehuajó Hace cuatro años, un fatídico 25 de mayo, la ciudad fue sacudida por una lluvia de balas que terminó con la vida de tres personas, entre ellas, Brenda Aylén Rojas, de tan solo 19 años. Inicialmente, la causa fue etiquetada como doble homicidio agravado seguido de suicidio, pero a medida que avanza la investigación, surgen sospechas de un segundo tirador.
El detonante de esta trágica historia de celos, armas y muerte, tuvo lugar en la propiedad de la familia Lulich, dividida en tres casas. Esa noche, después de una cena en familia, Brenda, novia de Boris Lulich, decide irse de la casa de su suegro. Boris, un efectivo de la Policía Científica local de 29 años, sigue a Brenda y se encuentra con una escena inesperada: su novia en la casa de su hermano, Felipe. En un ataque de celos, Boris desenfunda su arma reglamentaria y dispara contra los dos, asesinando a Felipe y hiriendo mortalmente a Brenda.
El crimen de Brenda Rojas, una joven de 19 años y madre de una niña de dos, conmocionó a la comunidad de Pehuajó y sigue siendo una herida abierta para su familia. La madre de Brenda, María Luz Lacoste, quien vive en Mar del Plata, no llegó a conocer personalmente a la pareja de su hija, pero después del crimen, se enteró de los problemas que mantenían los hermanos Lulich y que Boris ya había golpeado a Brenda en una oportunidad.
La investigación del caso ha estado plagada de irregularidades y obstáculos, como la pérdida de fotos de la autopsia, la falta de un proyectil que atravesó el cuerpo de Brenda y el resetear de las computadoras de la Policía Científica. Todo esto ha llevado a dudas razonables sobre la verdad detrás de los hechos y la responsabilidad de los involucrados.
El abogado querellante, Fernando López García, ha señalado que el segundo disparo que recibió Brenda podría haber sido realizado por un policía que respondió a los disparos pensando que le estaban disparando a él. Establecer la autoría de este disparo es clave para el futuro de la causa, ya que sólo uno de los dos autores materiales podría ser juzgado.
En medio de este escenario, la familia de Brenda ha solicitado exhumar su cuerpo para determinar con certeza el número de disparos que recibió y poder así, cerrar este capítulo trágico y hacer su duelo. Mientras tanto, la madre de Brenda lucha por seguir adelante y darle a su nieta el hogar que su madre ya no puede darle.
La historia de Brenda Rojas y su trágica muerte sigue siendo una herida abierta en la comunidad de Pehuajó y su familia. La verdad detrás de los hechos aún está por salir a la luz, y mientras tanto, la justicia y la sociedad deben esforzarse por encontrar respuestas y hacer justicia a su memoria.