Tragedia en la selva venezolana La organización Kapé Kapé ha reportado hoy una devastadora noticia: al menos dos vidas indígenas perdidas a causa del derrumbe en una mina de oro ilegal en el estado Amazonas. Un desastre anunciado en tierras vírgenes
El corazón de la Amazonía venezolana se ha teñido de luto, mientras las autoridades locales permanecen en silencio sobre el trágico suceso. La mina, situada en el municipio Manapiare, se convirtió en una trampa de tierra y lodo para un grupo de buscadores de oro, quienes fueron engullidos por un alud mientras excavaban sin piedad.
Los cuerpos de las víctimas han sido trasladados a la capital del municipio, pero aún se desconoce el número de heridos o si hay más desaparecidos. La Amazonía venezolana sigue sangrando a manos de la minería ilegal, una actividad que el gobierno promete eliminar, pero que continúa devorando selvas y vidas.
El mes de febrero dejó una cicatriz imborrable en el estado Bolívar, vecino de Amazonas, cuando un derrumbe en una mina ilegal causó la muerte de 16 personas y dejó 36 heridos. La mina Bulla Loca fue clausurada y evacuada en abril, pero la promesa de un futuro libre de minería ilegal se desvanece como humo en la Amazonía.
El gobierno ha desplegado cientos de militares en ambos estados para destruir minas ilegales, pero la deforestación y la pérdida de vidas continúan. La Amazonía venezolana necesita nuestra atención y acción urgentemente. No podemos seguir cerrando los ojos ante esta catástrofe ecológica y humanitaria
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