
Cuatro individuos, tres hombres y una mujer, comparecieron este martes por la tarde ante la audiencia inicial por su presunta participación en la muerte de dos agentes de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo PGJEH. Los sospechosos están acusados de secuestro agravado, delitos contra la salud vinculados al narcomenudeo y posesión de cartuchos exclusivos del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. La audiencia se llevó a cabo a puerta cerrada en la sala de oralidad número VI de los juzgados penales de Pachuca, bajo la supervisión de la jueza Karina Vértiz Marín. Tras cinco horas de juicio, la jueza concedió la solicitud del Ministerio Público de posponer la audiencia hasta el viernes 11 de julio. Mientras tanto, los imputados permanecerán en el Centro de Reinserción Social Cereso de Pachuca en espera de la resolución de su situación legal.
El encargado del despacho de la PGJEH, Francisco Fernández Hasbun, prometió justicia y aseguró que se llevará a cabo una reestructuración en la policía investigadora de la Procuraduría. Hasbun condenó los hechos y prometió que aquellos que se metan con Hidalgo serán castigados.
La Procuraduría había informado previamente sobre la detención de cuatro personas involucradas en la agresión a dos agentes de la División de Investigación. Los agentes fueron agredidos mientras trabajaban en la Capilla Angelito Negro 666, un lugar clandestino utilizado para venerar al diablo en la colonia La Loma de la ciudad de Pachuca. Según la dependencia, los agentes fueron secuestrados, golpeados y torturados en el lugar, lo que resultó en la muerte de uno de ellos, Vicente Monroy Ballesteros, y la posterior muerte del segundo agente, Paulino Castañeda Aguilar.
La Procuraduría también anunció la separación de la comandante del grupo de investigación adscrito al Centro de Justicia para Mujeres, Patricia Moya Domínguez, con el fin de garantizar la objetividad de las investigaciones en su contra.,