
México se encuentra en la final de la Copa Oro, que se celebra hoy en Houston. El equipo ha demostrado ser fuerte no solo en el campo, sino también como unidad y grupo. Dos nombres conocidos por la afición española son clave en el éxito del Tri: Rafa Márquez, exjugador del Barcelona y exentrenador del Barça B, y Javier Aguirre, uno de los entrenadores extranjeros con más partidos en LaLiga, habiendo trabajado con seis equipos diferentes.
Aguirre, apodado el Vasco, es el líder del equipo. Es quien toma las decisiones importantes, aunque Pol Lorente, un colaborador español de confianza, se encarga de las tareas menores y medias. Lorente es el preparador físico, el encargado de mantener a los jugadores en forma y en buen estado de ánimo. Se le considera el alma del vestuario y se ha ganado la confianza de Aguirre, casi como un hijo.
Junto a Lorente, están Toni Amor y Rafa Márquez, quienes trabajan en estrecha colaboración con el Vasco. Márquez, leyenda del fútbol mexicano, tiene un rol clave como uno de los mejores jugadores en la historia de México. Se encarga de las tácticas y el análisis de rivales, demostrando una obsesión por los detalles. Ha impresionado a todos con su dedicación y perfeccionismo, especialmente en la ejecución de jugadas a balón parado.
El ambiente dentro del equipo es excepcional, según los jugadores. Santi Giménez describió a Aguirre como un abuelo amoroso, y el arquero Guillermo Ochoa es visto como un líder y un ejemplo a seguir, con la posibilidad de jugar en seis Copas Mundiales consecutivas. La cooperación y el respeto entre los miembros del equipo y el cuerpo técnico han sido clave en su éxito, y es probable que sigan siendo decisivos en la final de la Copa Oro.,