
Este fin de semana, las autoridades del estado Trujillo han enviado la primera remesa de asistencia humanitaria a los municipios afectados por las fuertes lluvias, al tiempo que continúan la evaluación de daños y la búsqueda de una persona desaparecida a causa de la crecida del río Motatán. Según el gobernador Gerardo Márquez, hasta el momento no se han registrado decesos en la entidad debido al impacto de las precipitaciones. Sin embargo, se mantiene la alerta en zonas vulnerables y se sigue monitoreando el estado de los cauces de agua.
El desbordamiento del río Motatán ha afectado especialmente el dique El Cumbe en Valera, dejando sin suministro de agua potable a varias comunidades de los municipios Valera, San Rafael de Carvajal y Motatán. Las cuadrillas están trabajando en la limpieza y recuperación del lugar, por lo que el servicio de agua sigue interrumpido.
Según el corresponsal de Unión Radio, Alexander González, el principal problema que enfrentan los habitantes afectados es la falta de agua potable, ya que no pueden acceder a este servio básico tras los daños causados por las lluvias. Además, en el municipio Urdaneta se produjeron interrupciones en el servicio eléctrico debido a la caída de postes y cables por la crecida del río. A pesar de estas dificultades, la mayoría de los sectores cuentan con servicio de telecomunicaciones.
La Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria en Valera, perteneciente a la Diócesis de Trujillo, ha sido habilitada como centro de acopio para recibir donativos de agua potable, alimentos no perecederos, ropa y artículos de higiene. El presbítero Francisco Linares confirmó que el primer cargamento de insumos ya ha sido despachado a las comunidades más afectadas y que se esperan nuevos envíos en los próximos días según se vayan recibiendo más donaciones.,