
Inglaterra ha revalidado su título como campeona del Europeo sub-21 al imponerse en la final a Alemania en un apasionante partido que requirió de la prórroga para definirse. El encuentro disputado en el Tehelné pole de Bratislava finalizó con un marcador de 3-2 a favor de los ingleses, quienes demostraron una vez más su dominio en esta competición.
Los dirigidos por Lee Carsley salieron al terreno de juego decididos a imponer su ritmo desde el principio. El juvenil Elliot, del Liverpool, se encargó de abrir el marcador con un gol en los primeros minutos del partido. A pesar de la buena intervención del portero Atubolu, el deficiente despeje de los alemanes permitió a Elliot tomar control del balón y definir con precisión.
La temprana anotación desconcertó a la selección alemana, que no lograba encontrar forma de responder a los rápidos contragolpes de los ingleses, quienes continuaron generando oportunidades y creando peligro en el área rival. En uno de estos contragolpes, Hutchinson aumentó la ventaja con un certero tiro que se coló por debajo de las piernas de Atubolu.
Inglaterra pudo sentenciar el partido antes del descanso, pero los errores propios dejaron espacio para la remontada alemana en los minutos finales de la primera mitad. Un centro de Nebel desde la izquierda fue cabeceado magistralmente por Weiper al minuto 45 1.
Tras el descanso, el partido cambió de rumbo, y Alemania mostró una actitud más agresiva que llevó a la igualdad gracias a un golazo de Nebel al minuto 61. A partir de ese momento, los miedos y las precauciones se apoderaron de los dos equipos, y las oportunidades de anotar se hicieron escasas. Sin embargo, Alemania rozó la victoria con un tiro de Nebel que impactó en el larguero en el tiempo de descuento.
Finalmente, después de 120 minutos de intensa lucha, Inglaterra se coronó campeona del Europeo sub-21 gracias a un gol de cabeza de Rowe en la prórroga y a una férrea defensa que impidió que Alemania encontrara el tanto de la igualada. Los ingleses celebraron su victoria con euforia y se aseguraron un lugar en la historia del fútbol europeo.
En resumen, Inglaterra demostró nuevamente su poderío en el Europeo sub-21 y se adjudicó el título tras vencer a Alemania en la final con un marcador de 3-2, luego de una prórroga disputada en Bratislava. Los ingleses, liderados por un inspirado Elliot, demostraron su superioridad desde el principio y fueron capaces de mantener su ventaja hasta el final, imponiéndose así como los campeones del torneo.,