
MADRID, 27 de Junio. EUROPA PRESS - La Fiscalía de Madrid demanda una sentencia de cuatro años de cárcel para un facultativo que dirigió el Departamento de Salud de la Jefatura de Policía de Madrid, acusado de acoso y abuso sexual hacia una agente en 2017. El juicio tendrá lugar el venidero jueves en la Audiencia Provincial de Madrid.
El fiscal le atribuye un delito de acoso sexual y otro de abuso sexual. El acusado desempeñaba en 2017 el cargo de Jefe del Departamento de Salud de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en el que empezó a trabajar la víctima, entonces con 38 años.
El fiscal afirma que, desde el inicio de su relación laboral, el acusado mantuvo un trato amable y familiar con la funcionaria, realizando comentarios como aquí las chicas que vienen, si responden y se portan bien, yo las coloco donde sea. Siempre la cedía el paso, tocándola en la cintura con un gesto acompañante, una acción que fue aumentando progresivamente en intensidad hasta el malestar de la funcionaria.
Desde la primera semana, el acusado, a sabiendas de que la funcionaria había tenido problemas médicos en el pasado, consistente en una lesión lumbar, la convocaba a su despacho y le practicaba reconocimientos en la zona, con la excusa de la lesión y con clara intención lasciva, llegando en una ocasión a pedirle que se bajara el pantalón, masajeándole los glúteos y diciéndole ves estás muy contracturada. La funcionaria reaccionó bruscamente, provocando en el acusado la expresión yo no la veo bien, voy a tener que jubilarla, una amenaza que intimidó a la afectada y le hizo sentir ansiedad.
Con una frecuencia de unas dos veces por semana, la requería en su despacho, se ponía detrás de ella y la tocaba en el cuello, llegando en ocasiones a apartarle los tirantes del sujetador y susurrándole al oído relájate mujer, estás muy tensa, estoy ayudándote para que mejores y no tenga que jubilarte. En ocasiones, la mantenía en su despacho durante 15-20 minutos sin motivo alguno, provocando en la funcionaria una sensación intimidatoria y humillante.
El día 7 de septiembre de 2017, el acusado pidió a la agente que lo llevara en el coche oficial al intercambiador de Moncloa, a pesar de que la agente había manifestado no saber la ruta. Durante el trayecto, el acusado posó su mano sobre la ingle de la funcionaria, provocando en ella tensión y parálisis.,