
El 29 de mayo de 2006, el parque South Shore de Milwaukee, Wisconsin, se vio sacudido por un trágico suceso: Octaviano Juárez Corro, un mexicano, abrió fuego contra su esposa e indiscriminadamente contra otras cuatro personas en medio de la celebración del Día de los caídos. Este acto terrible dejó como saldo dos muertos y tres heridos. Después del crimen, Juárez Corro logró huir en un vehículo y, 15 años después, su rostro apareció en la lista de los 10 fugitivos más buscados por el FBI, junto a una recompensa de 100 mil dólares por información que llevara a su captura.
En esta ocasión, nos enfocaremos en presentar algunos de los perfiles más notables de los fugitivos mexicanos que han sido incluidos en la lista del FBI como resultado de delitos abominables. Cabe destacar que, actualmente, todos ellos han sido capturados y presentados ante la justicia, con la excepción de uno.
Fidel Urbina: buscado por agresión sexual
Urbina ingresó en la lista del FBI en junio de 2012 como el número 497, acusado de violar y agredir sexualmente a una camarera en al menos dos ocasiones en Chicago, Illinois, en 1998. Tras su primer ataque, fue puesto en libertad bajo fianza mientras continuaba la investigación, pero siete meses más tarde, cometió un nuevo ataque sexual contra Gabriella Torres, una joven de 22 años, para posteriormente asesinarla. Urbina fue buscado durante varios años, hasta que finalmente fue arrestado en un rancho en Valle de Zaragoza, Chihuahua, en septiembre de 2016.
Genaro Espinosa Dorantes: asesinó a su hijo
Espinosa Dorantes, nacido en Pachuca, Hidalgo, fue incluido en la lista del FBI en agosto de 2003 como el fugitivo 477, acusado de participar en la tortura y asesinato de su hijastro de 4 años en Nashville, Tennessee. Después del crimen, Espinosa Dorantes huyó de la ciudad. Fue capturado en Tijuana, Baja California, en febrero de 2006 y deportado a Estados Unidos.
Agustín Vásquez Mendoza: involucrado en la muerte de un agente de la DEA
Vásquez Mendoza ingresó en la lista del FBI como el número 445 en agosto de 1996, tras ser acusado de participar en el asesinato de Richard E. Fass, un agente de la Administración de Control de Drogas DEA en Glendale, Arizona, en 1994. Aunque huyó a México, fue capturado en Puebla en el verano del 2000 y extraditado a Estados Unidos en enero de 2005, donde actualmente cumple cadena perpetua.
Además de estos casos, otros narcos mexicanos, como Juan García Abrego y Rafael Caro Quintero, han sido incluidos en la lista de los más buscados del FBI. Estas noticias ponen de manifiesto la importancia de la cooperación internacional en la persecución de delitos y la captura de fugitivos que han eludido la justicia en sus países de origen.,