
En junio, Kevin de Bruyne, uno de los jugadores clave en la historia del Manchester City, dijo adiós a los Citizens tras una exitosa carrera como capitán, a pesar de un final amargo debido a la falta de una oferta de renovación después de una temporada marcada por las lesiones. Se rumoreaba que el belga se uniría al Chicago Fire, pero sorpresivamente fichó por el Nápoles, que acababa de ganar la Serie A, en un movimiento que muchos perciben como un desafío para demostrar que aún puede competir al más alto nivel.
Sin embargo, según informa The Athletic, De Bruyne estuvo cerca de traicionar al City y a Pep Guardiola, ya que tuvo conversaciones con el Liverpool, su club favorito desde la infancia. El jugador, que admiraba a Michael Owen cuando era pequeño, expresó su sueño de jugar algún día para los Reds. Aunque las platicas fueron breves, supondría una gran ofensa debido a la intensa rivalidad entre ambos equipos y por ser el excapitán del City.
Los últimos ocho campeonatos de la Premier League han sido para el City y el Liverpool, que no intercambian jugadores desde 2016. Arnse Slot, director deportivo del equipo de Anfield, ya había adquirido a Florian Wirtz, uno de los mejores futbolistas del mundo en la actualidad, por 125 millones de euros al Bayer Leverkusen, antes de que se concretara el fichaje de De Bruyne.,