
El crimen de Nora Dalmasso en 2006 dejó una huella imborrable en la historia criminal de Argentina y una marca indeleble en la vida de Gastón Zárate, un pintor que en ese momento trabajaba en la casa de la víctima y fue señalado como el principal sospechoso. Zárate fue detenido en febrero de 2007 bajo sospecha de abuso sexual y homicidio, pero fue liberado tras una marcha de vecinos que defendían su inocencia.
La falta de pruebas concluyentes y un análisis de ADN realizado por el FBI lo desvincularon definitivamente del caso en 2011. Sin embargo, el pintor sufrió las consecuencias de la acusación durante años, lo que le impidió progresar en su carrera y personalmente. No pude volver a trabajar más en los country, confesó. La desconfianza y los comentarios en redes sociales lo llevaron a dejar la pintura.
El crimen de Nora Dalmasso ocurrió la noche del 25 de noviembre de 2006, cuando fue a cenar con sus amigas y regresó a su casa en el country de Villa Golf. Alguien la estranguló y simuló una escena sexual para desviar la investigación. El cinturón de su bata, utilizado para asfixiarla, es la prueba crucial que podría permitir esclarecer el caso después de casi 20 años.
La falta de pruebas concretas y la urgencia por resolver el caso llevaron a sospechar de Zárate, quien fue acusado de abusar sexualmente de la víctima y asesinarla. Sin embargo, Zárate siempre mantuvo su inocencia y recordó una discusión entre Dalmasso y su esposo días antes del crimen. No sé qué le reclamaba ella, pero él le decía que todo se iba a terminar, que ya no iban a discutir más, relató.
Zárate estuvo 12 horas detenido y cuatro años con el estigma de acusado por un crimen que no cometió, lo que cambió su vida para siempre. Me gritaban cosas por la calle, no me daban trabajo porque la gente dudaba de mí, aseguró. Actualmente, Zárate se dedica a hacer mudanzas y todavía se enfrenta a comentarios y miradas recelosas de la gente. Cada tanto alguno me reconoce y me mira con recelo, como que yo tuve algo que ver con el asesinato de Nora Dalmasso.
La sospecha de un crimen por encargo apuntó al viudo Marcelo Macarrón casi desde el inicio de la investigación y lo ubicó en el banquillo de los acusados en 2022. Recién entonces fue juzgado y absuelto por un jurado popular. El fiscal Julio Rivero afirmó durante el juicio que saben dónde está el asesino...en el cinto de la bata. En 2024, se encontró un perfil genético en el cinturón que pertenecía a Roberto Bárzola, un parquetista que se convirtió en el nuevo sospechoso del asesinato.,