
Bajo el mando de Ricardo Gareca, la selección chilena no logró superar los problemas de sequía ofensiva, fragilidad defensiva y falta de identidad, profundizando así la crisis en lugar de encaminarla hacia la recuperación. La Roja solo obtuvo una victoria, con una ofensiva estéril y un equipo sin respuestas en el terreno de juego. Los números hablan por sí solos: solo 6 goles a favor y 17 en contra, lo que resulta en una diferencia de -11.
El ataque chileno, compuesto por nombres como Alexis Sánchez, Eduardo Vargas y Ben Brereton, entre otros, solo pudo anotar en dos ocasiones, a cargo de Vargas y Cepeda. El rendimiento durante la era Gareca fue desastroso, con solo 5 puntos de 30 posibles y un triste récord del 16,67%.
El proceso de Gareca no fue el único que falló, ya que el ciclo comenzó con Eduardo Berizzo, quien registró un rendimiento de solo el 33,33%. Combinados, ambos técnicos dejan a Chile con solo 10 puntos en 15 partidos, el peor desempeño en la historia de las Clasificatorias sudamericanas modernas.
La sequía de goles ha sido uno de los mayores problemas de la era Gareca, junto con la incapacidad de generar un buen juego colectivo. La falta de identidad y liderazgo en el equipo ha llevado a Chile a su peor ciclo clasificatorio de la historia. A falta de dos partidos, la selección chilena necesita urgentemente una victoria para evitar el peor desempeño moderno en las Clasificatorias.,