
Los ataques de motociclistas, o motoataques, han surgido como una forma común de cometer delitos en la capital del país, incluyendo el reciente doble asesinato de colaboradores de Clara Brugada en la alcaldía Cuauhtémoc, una de las zonas más afectadas por este tipo de crímenes. Este fenómeno tiene sus orígenes en la década de 1990, cuando la famosa narcotraficante colombiana Griselda Blanco, también conocida como La Viuda Negra, comenzó a utilizar esta táctica en Miami.
Blanco reclutó jóvenes para que actuaran como mulas y sicarios, creando así el grupo conocido como Los Pistoleros. Estos criminales viajaban en parejas en motocicletas, con un conductor y un tirador, y tenían la tarea de asesinar a rivales sin siquiera detenerse. Esta modalidad de asesinato se convirtió en una firma del Cartel de Medellín, gracias a la influencia de Griselda Blanco.
Durante la década de 1970 y principios de 1980, el consumo de cocaína aumentó en todo el mundo, lo que llevó a un aumento en la violencia de los cárteles de la droga. Griselda Blanco desempeñó un papel importante en este aumento de la violencia, ayudando a perfeccionar y popularizar los motoataques en el crimen organizado moderno en todo el mundo.
La influencia de Blanco en el reclutamiento de motosicarios ha tenido un gran impacto en grupos criminales en todo el mundo, incluyendo México. Estos ataques se han vuelto cada vez más comunes en la Ciudad de México, donde los criminales aprovechan la agilidad de las motocicletas para moverse rápidamente entre el tráfico y escapar antes de que lleguen las autoridades.
En resumen, los motoataques son una táctica criminal que se ha vuelto más común en la capital del país, y que tiene sus raíces en la década de 1990 con la narcotraficante colombiana Griselda Blanco. La creciente popularidad de la cocaína en la década de 1970 y principios de 1980 llevó a un aumento en la violencia de los cárteles de la droga, y Griselda Blanco desempeñó un papel importante en la difusión de los motoataques en todo el mundo. Hoy en día, este tipo de ataques sigue siendo una preocupación significativa en la Ciudad de México y en otros lugares.,