
IBIZA, 30 de mayo. EUROPA PRESS - Los cuerpos y fuerzas de seguridad de la isla española están en alerta máxima después de la detención de un argelino por su supuesta participación en delitos contra los derechos de los extranjeros y en el fomento de la inmigración ilegal. Los hechos ocurrieron el pasado 23 de mayo, cuando agentes de la UCRIF, pertenecientes a la Unidad de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Policía Nacional de Ibiza, interceptaron una patera con 22 pasajeros de origen argelino.
Después de intensas investigaciones y entrevistas a los inmigrantes, la policía logró identificar al patrón de la embarcación y descubrió un nuevo método empleado por las redes de tráfico de personas para dificultar la captura de los responsables. Los migrantes tuvieron que arrastrar garrafas con combustible durante tres kilómetros por una colina hasta llegar a la playa de donde zarpó la embarcación.
La patera fue trasladada en camión hasta la costa y los miembros de la organización obligaron a los inmigrantes a empujarla hasta el agua. Uno de los integrantes de la mafia amenazó a los pasajeros con un cuchillo y les advirtió que si revelaban la identidad del patrón, tomarían represalias contra sus familias en Argelia.
Las condiciones de seguridad y salud a bordo de la patera eran deplorables, ya que no contaban con chalecos salvavidas, medidas de seguridad, agua ni comida. La intervención de la policía y la detención del patrón habrían evitado una tragedia en alta mar.
El ciudadano argelino ya ha sido puesto a disposición judicial y será procesado por los delitos cometidos. Las autoridades seguirán investigando para desmantelar la red de tráfico de personas y garantizar la seguridad de los ciudadanos extranjeros que llegan a las costas de Ibiza.
Este trágico suceso pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de control en las fronteras y de luchar contra las mafias de la inmigración ilegal, que ponen en riesgo la vida de las personas y atentan contra sus derechos humanos más elementales. La lucha contra la inmigración ilegal debe ser una prioridad para las autoridades españolas y europeas, y sólo puede lograrse mediante la cooperación internacional y el respeto a los derechos humanos.,