
MÁLAGA, 21 de mayo. EUROPA PRESS - Durante la madrugada, tres agentes de la Policía Nacional en Marbella, Málaga, que formaban parte del Grupo de Atención al Ciudadano y que estaban cumpliendo con sus tareas de seguridad ciudadana en un vehículo sin identificación, se percataron de que un hombre ucraniano de 36 años, que conducía por la avenida Severo Ochoa, se detuvo repentinamente. El hombre, al bajarse del coche, parecía estar nervioso y asustado, y los policías, preocupados por su bienestar, se acercaron a él para prestarle ayuda.
Mediante gestos, el hombre les informó de que su pareja, una mujer embarazada, se encontraba en el vehículo y que estaba a punto de dar a luz. Rápidamente, los policías comprobaron que la mujer se encontraba en un estado de angustia y ansiedad extremos, y que la cabeza del bebé ya comenzaba a asomar. Para evitar cualquier riesgo, decidieron actuar con rapidez y llevar a cabo el parto en el interior del vehículo.
Mientras dos de los agentes auxiliaban el parto y daban instrucciones en inglés desde una ventanilla del coche, el tercer policía se dedicó a tranquilizar a la madre y a guiarla durante las contracciones, alentándola a respirar profundamente y a empujar con fuerza. Después de un breve periodo de tiempo, la mujer dio a luz a una niña sana y salva, que comenzó a llorar inmediatamente después de su nacimiento.
Los agentes dejaron paso a los servicios médicos tan pronto como llegaron, y presenciaron cómo los profesionales sanitarios cortaban el cordón umbilical y prestaban los cuidados necesarios a la madre y al bebé. Finalmente, los policías ayudaron a la madre a salir del coche y la acompañaron al hospital cercano para que recibiera la atención médica que necesitaba.,