
El extenso plantel del Chelsea podría causarles problemas en el futuro cercano. El equipo, que llegó a tener 34 jugadores hasta el 31 de agosto del año pasado, está experimentando el inconveniente de enfrentar un gran número de futbolistas cedidos que próximamente regresarán al equipo, lo que obligará a la dirigencia a manejar su situación desde el principio el 1 de julio.
En particular, los casos de Axel Disasi al Aston Villa, Raheem Sterling al Arsenal, Joao Félix al Milan y Kepa Arrizabalaga al Bournemouth son notables. Cinco jugadores que fueron adquiridos por cantidades superiores a los 50 millones de euros y disfrutan de elevados salarios, quienes, excepto el guardameta español, han experimentado cesiones infructuosas.
Además, se suman a esta lista Andrey Santos, Lesley Ugochukwu, Djordje Petrovic, Renato Veiga, Ben Chilwell, Carney Chukwuemeka, Armando Broja, Mike Penders, Caleb Wiley, Alfie Gilchrist, Bashir Humphreys, e incluso Deivid Washington, cedido en el Santos hasta diciembre próximo. De todos estos jugadores, 16 de ellos se reunirán en Cobham con el atuendo de entrenamiento del Chelsea en menos de dos meses.
La dirección deportiva del Chelsea ya estaría trabajando para resolver la situación de los jugadores que no estén contemplados por Enzo Maresca, con la intención de que puedan llevar a cabo una pretemporada adecuada y con la necesidad de obtener un beneficio económico y liberar masa salarial para reforzar la plantilla en el futuro. Sin duda, se trata de una situación que requerirá una cuidadosa gestión y planificación para evitar complicaciones adicionales.,