Han transcurrido más de 30 días desde la apertura de la causa contra los rugbiers franceses Oscar Jegou y Hugo Auradou, acusados de violación en Mendoza. La justicia provincial está a punto de tomar una decisión crucial sobre su futuro procesal. Los deportistas podrían continuar bajo arresto domiciliario, regresar a prisión o continuar su defensa en libertad.
El fiscal Darío Nora tiene hasta este lunes para solicitar la prisión preventiva de los sospechosos, luego de analizar todas las pruebas presentadas en el expediente. Ambos respondieron preguntas durante seis horas en una sesión de indagatoria el jueves pasado en el Polo Judicial.
La defensa, liderada por Rafael Cúneo Libarona, argumenta contradicciones en el relato de la denunciante, una mujer de 39 años que actualmente está en tratamiento psiquiátrico. Por otro lado, la abogada de la querella, Natacha Romero, afirma que hay pruebas contundentes en contra de los integrantes del seleccionado de rugby de Francia.
Si el fiscal decide solicitar la prisión preventiva, la medida cautelar será evaluada por el juzgado de Garantías, a cargo de la jueza Eleonora Arena, quien tendrá la última palabra. En caso de que Nora no solicite la prisión preventiva, los acusados seguirán imputados hasta el cierre de la etapa de instrucción, pero recuperarán su libertad, aunque se les retendrá el pasaporte y se les prohibirá salir del país.
La última posibilidad, aunque menos probable, es que el fiscal solicite que se revoque el arresto domiciliario y los rugbiers regresen a prisión.
Desde el 7 de julio, cuando la mujer presentó la denuncia, se han recopilado varias pruebas clave para la investigación, incluyendo audios, chats, videos de cámaras de seguridad y testimonios de testigos. Los estudios del Cuerpo Médico Forense constataron lesiones en la denunciante en la cara, el pecho y los glúteos.
El fiscal tiene la declaración de la mujer y también llamó a declarar a una amiga con la que la denunciante habría hablado sobre los hechos. Además, se incorporaron audios y chats de Whatsapp en los que la denunciante describe los supuestos abusos.
La cámara del boliche Beerlin captó a uno de los rugbiers antes de los supuestos abusos, y se incorporaron videos del bar y del hotel en el que estuvieron esa noche. Entre las imágenes se ve el ingreso de uno de los deportistas a la habitación y la salida de la mujer del cuarto.