El sistema judicial argentino está trabajando en la segunda acusación contra Junior Benítez, de 31 años, por instigación al suicidio en relación con su expareja, Anabelia Ayala, de 29 años, quien falleció el 3 de enero de este año. Benítez ya había sido sentenciado en abril a cinco años de cárcel por amenazas a la familia de Ayala.
Durante la investigación, los agentes incautaron una tableta en la casa de la víctima que contenía pruebas clave. TN tuvo acceso a algunos de los elementos clave encontrados en el dispositivo, como un video de 2022 que muestra al exfutbolista amenazando a Ayala desde la calle. También se encontró una carpeta con alrededor de 500 capturas de pantalla de mapas de geolocalización, enviadas por la víctima ya que Benítez la vigilaba constantemente.
Además, se recuperó una captura de pantalla de inicio de un video que muestra a Ayala de espaldas sobre la cama con una tela atada en el cuello y un extremo atado a un ventilador de techo. Se cree que Benítez intentó grabar el suicidio de Ayala, aunque solo se conserva el comienzo del video. También se encontraron múltiples intercambios de correos electrónicos entre los dos, con reproches de ambas partes.
Un teléfono celular que Ayala mantenía escondido en su casa y utilizaba para comunicarse con sus amigas también fue examinado. Todavía quedan dos teléfonos en la propiedad de Benítez que necesitan ser evaluados, según el abogado de la familia de la víctima, Rodrigo Tripolone.
La defensa de Benítez solicitó que se le permita regresar a su casa y quedar bajo arresto domiciliario, ya que la condena por amenazas a la familia de Ayala aún no es definitiva. Sin embargo, esta solicitud fue rechazada el miércoles.
La condena de Benítez por amenazas a la familia de su expareja se produjo el 9 de abril, cuando recibió cinco años de prisión por agresiones contra la familia de Ayala. El padre de la víctima, Juan Ayala, expresó su descontento con la condena y dijo que apelarían para obtener una sentencia más dura.
Ayala y Benítez tenían una relación cercana y ella nunca le reveló la violencia que estaba sufriendo por temor a que lo lastimara a él o a su familia. Benítez ha sido descrito como un psicópata y un peligro para la sociedad.