La administración venezolana ha anunciado recientemente la retirada de su personal diplomático de siete naciones latinoamericanas. Esta medida se produce en respuesta a lo que el Gobierno considera intervencionistas acciones y expresiones por parte de esos países.
Es importante señalar que esta no es una decisión tomada a la ligera, sino que es el resultado de una evaluación cuidadosa de la situación política en la región. El Gobierno venezolano ha expresado en reiteradas ocasiones su compromiso con el respeto a la soberanía y la no intervención en los asuntos internos de otros países.
Sin embargo, cuando se siente amenazada la integridad nacional, el Gobierno está dispuesto a tomar medidas decisivas para proteger los intereses de Venezuela y su pueblo. La retirada del personal diplomático es una de esas medidas, y envía un claro mensaje de que el Gobierno venezolano no tolerará injerencias externas en sus asuntos internos.
Esperemos que esta situación se resuelva de manera pacífica y diplomática, y que los países involucrados puedan encontrar una forma de trabajar juntos en beneficio de sus pueblos y de la región en su conjunto.