
En la reciente sentencia de la Audiencia Nacional, tanto los involucrados como los observadores han interpretado los resultados de manera diferente, al igual que ocurre en la mayoría de las decisiones judiciales. El entorno de Carlo Ancelotti ha mostrado satisfacción por el veredicto, a pesar de que el técnico italiano haya sido condenado a un año de prisión y a una multa de 386.361 euros por no pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas IRPF en 2014.
La absolución de Ancelotti en el ejercicio de 2015 ha sido recibida con especial agrado por su equipo legal. Esta absolución confirma que el exentrenador del Real Madrid no cumplió los 183 días que lo habrían convertido en residente español en 2015, lo que le exime de cualquier delito y, además, le reporta un beneficio económico. Debido a su absolución, Ancelotti será devuelto parte del dinero que pagó de impuestos en 2015, ya que, como no residente, tendría que haber pagado un 20% en lugar del 48% que pagó como residente.
Del mismo modo, la decisión sobre el ejercicio de 2014 también implicará una devolución de dinero por parte de la Hacienda Española a Ancelotti. Ante la expectativa de la sentencia final, el entrenador italiano depositó anticipadamente 1,2 millones de euros correspondientes a los ingresos por derechos de imagen que facturó en 2014. Ahora, condenado a pagar 386.000 euros por el IRPF de esos 1,2 millones, la Agencia Tributaria tendrá que devolverle una cantidad cercana a los 800.000 euros.
Aunque Ancelotti ha sido declarado culpable del impago de su IRPF del año 2014 y ha sido condenado en consecuencia, el reconocimiento de su error y su disposición a corregirlo han resultado en un resultado más positivo de lo esperado.,