
La Primera Copa Mundial de Clubes de la FIFA ha demostrado ser un éxito, a pesar de la resistencia inicial de algunos equipos europeos. La competición y la fase final fueron disfrutadas por los participantes y los aficionados, especialmente los latinoamericanos, que fueron la mayoría de los compradores de entradas. Los equipos europeos, como el Real Madrid, el PSG y el Bayern de Múnich, también atrajeron a grandes multitudes en todo el mundo.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, ha sido uno de los principales defensores del Mundial y ha luchado por su realización. Por otro lado, Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha sido crítico con el evento, argumentando que es una carga de trabajo excesiva para los jugadores.
El éxito del Mundial podría tener un gran impacto en la imagen del deporte a nivel mundial, especialmente en términos de oportunidades institucionales para los clubes y las asociaciones con marcas y patrocinadores. Los expertos también destacan el potencial del torneo en la creación de una Liga de Campeones global, expandiendo los horizontes competitivos, comerciales y de audiencia del fútbol de clubes más allá de Europa.
El creciente interés por el fútbol en los Estados Unidos ha llevado al país a ser sede de importantes competiciones de fútbol, como la Copa América, la Copa Mundial de Clubes y la Copa Mundial de la FIFA. Esto representa un movimiento estratégico, político y económico que tiene el potencial de cambiar la forma en que los estadounidenses y el mundo ven el fútbol.
El Mundial también ha servido como banco de pruebas para innovaciones en el fútbol, como la implementación de IA en el uso de una versión avanzada de la tecnología semiautomatizada de fuera de juego, la instalación de cámaras corporales en los árbitros y el uso de tabletas por parte de los cuerpos técnicos para solicitar sustituciones de jugadores durante los partidos.
Las cantidades ofrecidas por la FIFA para esta primera edición del Mundial superan con creces las pagadas por la Copa Mundial de 2022, gracias a las últimas negociaciones de la FIFA con patrocinadores, como DAZN, Bank of America, AB InBev, Coca-Cola y Hisense.
Estados Unidos se está convirtiendo en el epicentro de una audiencia globalizada y el mercado estadounidense se está convirtiendo en el epicentro de una audiencia globalizada. Al albergar los torneos de fútbol más importantes del mundo, Estados Unidos se consolida como destino para el turismo deportivo global, ofreciendo un escaparate masivo para el fútbol que conecta a aficionados de todos los continentes en un solo lugar.
Sin embargo, a pesar de los avances en medicina y otras ciencias, ninguno de nosotros vivirá lo suficiente para ver a Estados Unidos como el centro del fútbol. Su relevancia crecerá en el país, pero dependerá en gran medida del peso de los latinos y europeos en su demografía. Lo que hizo del fútbol lo que es, la forma en que se crearon sus clubes y cómo las ciudades, los países y los aficionados se conectaron con cada uno de ellos, no tiene equivalente en la cultura norteamericana ni en la forma en que sus nativos se relacionan con el deporte. Seguirán siendo el país más rico del mundo, seguirán liderando la innovación en estadios, transmisiones y marketing, tendrán mayor influencia en el mercado de transferencias de atletas, siempre contarán con la mejor infraestructura para albergar grandes torneos mundiales, pero no lo serán.,