
No siempre son visibles los cambios importantes. Algunos se gestan en silencio, en los vestuarios o en breves conversaciones con entrenadores capaces de ver más allá de los resultados inmediatos. Este fue el caso de Arda Güler en el Real Madrid, después de dos años en un segundo plano.
Cuando Xabi Alonso llegó a Valdebebas, rápidamente notó el potencial especial de Güler y decidió guiarlo hacia un nuevo rumbo. Lo transformó de mediapunta creativo a mediocentro responsable, y de artista libre a arquitecto del juego con deberes defensivos. Arda aceptó este desafío, con el constante consejo de su amigo Valverde.
Ahora, Güler juega más retrasado en un doble pivote con Valverde. En esta posición, la belleza del fútbol se combina con la lucha, donde no basta con imaginar jugadas, sino que hay que batallarlas por el bien del equipo. Arda corre, defiende y hace tackles con una naturalidad que antes no tenía.
Su forma de entender el fútbol ha cambiado también, y ahora intenta anticipar movimientos en lugar de solo reaccionar. Xabi Alonso destaca la importancia del posicionamiento en este puesto, más que la fuerza física. Güler ya no juega solo con el balón, sino también con la confianza de saber que puede equivocarse sin ser juzgado, un concepto importante en el fútbol moderno.
Xabi Alonso está invirtiendo tiempo en el desarrollo de Arda, ofreciéndole la oportunidad de crecer, fallar y reinventarse. Contra el Borussia, Güler dio dos asistencias de maestro y luego habló con Xabi sobre su crecimiento constante, recordándole que todavía hay mucho por construir. Cada partido y cada charla con Xabi son una lección de vida y un recordatorio de las posibilidades ilimitadas que tiene por delante.,