
La violencia en Sinaloa ha vuelto a cobrar una vida inocente. Una mujer de 56 años, identificada como Laura N., ha perdido la vida tras pasar 23 días hospitalizada a consecuencia de una herida de bala en el abdomen. El ataque ocurrió el pasado 6 de junio en el fraccionamiento Stanza Córcega, al sur de Culiacán, cuando un grupo de agresores atacaron a un agente de la Policía Estatal Preventiva que se encontraba fuera de servicio.
La víctima viajaba como pasajera en un camión urbano de la ruta Toledo cuando fue alcanzada por una bala durante el ataque. A pesar de que no tenía ninguna relación con el enfrentamiento, se convirtió en una trágica víctima colateral. La mujer no era policía, no era objetivo, simplemente estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.
El agente herido y Laura fueron trasladados de emergencia al hospital, donde permaneció bajo observación crítica hasta su fallecimiento el pasado sábado 29 de junio por la tarde. Hasta el momento, no hay nadie detenido por el ataque ni se han establecido responsabilidades.
Este nuevo caso de violencia sin sentido en Sinaloa aumenta la preocupación por la creciente inseguridad en las zonas urbanas, donde cualquier persona puede verse atrapada en una situación de peligro. La falta de justicia y la impunidad sólo contribuyen a que la violencia siga creciendo en la región.
Mientras tanto, la Fiscalía de Sinaloa ha abierto tres nuevas carpetas de investigación por homicidio en Culiacán y Mazatlán, lo que demuestra el elevado nivel de violencia que se vive en la región. Es necesario que las autoridades tomen medidas urgentes para frenar la violencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos.,