
Una tragedia vial ocurrió en la ruta nacional 8, específicamente en el kilómetro 360, en la localidad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Una camioneta Amarok chocó contra el acoplado de un camión Ford Cargo que transportaba soja, resultando en una colisión fatal.
El trágico accidente ocurrió a las 8:30 pm del domingo en la curva conocida como la curva de la muerte o Pastorino. Según informes de los medios locales, el camión había ingresado a la ruta a baja velocidad, pero la camioneta lo impactó violentamente.
Como consecuencia, el conductor de la camioneta, Adrián Puyrredón de 54 años, fue trasladado al Hospital Nodal Dr. Alejandro Gutiérrez con heridas graves y se encontraba en estado crítico, con respirador mecánico. Por desgracia, su pareja, Sandra Palacios de 40 años, perdió la vida en el acto, mientras que la madre del conductor, Felicia Alvado de 77 años, murió al día siguiente en el mismo hospital.
Aunque los airbags se activaron, las tres víctimas no llevaban el cinturón de seguridad colocado, lo que agravó las consecuencias del accidente. Francisco Acrap, jefe de Bomberos Voluntarios de Venado Tuerto, indicó que, a pesar de las medidas adoptadas en los últimos años para mejorar la seguridad vial en la zona, el lugar sigue siendo peligroso, especialmente para aquellos que no están familiarizados con la ruta.
El conductor del camión, un joven de 28 años, fue imputado por doble homicidio culposo y lesiones culposas. La policía y los bomberos de la localidad trabajaron en el lugar para rescatar a las víctimas atrapadas dentro de la camioneta.
La noticia conmocionó a la familia y amigos de la pareja que viajaba en la camioneta, y uno de los hijos de la víctima publicó un emotivo mensaje en redes sociales despidiéndose de su madre: Ayer tuve que despedirme de la persona más importante de mi vida... Te voy a extrañar el resto de mi vida, sé que estás en un lugar mejor, lleno de paz como la que necesitabas. Danos fuerzas a mí y a mi hermanito, guíanos por el mejor de los caminos como lo hiciste siempre. Te mando un beso fuerte al cielo y nunca dejes de brillar, seguí sonriendo como lo hiciste siempre. Te amo, viejita mía.,