
Desde hace tres décadas, un aproximado de sesenta naciones y territorios han suavizado sus normativas en torno a la interrupción del embarazo, mientras que solo cuatro Estados han endurecido su regulación sobre el aborto. No obstante, Estados Unidos figura como una anomalía en la tendencia mundial hacia la despenalización y ampliación de los derechos reproductivos.
Es relevante destacar que, a medida que la opinión pública global avanza hacia posturas más flexibles en relación al aborto, un selecto grupo de países continúa restringiendo estas prácticas, a menudo vulnerando los derechos humanos de las mujeres. Estos países, en su mayoría, pertenecen a regiones con creencias sociorreligiosas conservadoras, donde el aborto es considerado un tema ética y moralmente delicado.
Por otra parte, Estados Unidos presenta un panorama contrastante, pese a que la lucha por los derechos reproductivos ha ganado terreno en la agenda política y social estadounidense. Desde 1973, el país ha mantenido una postura jurídica relativamente estable gracias a la histórica sentencia del caso Roe vs. Wade, la cual despenalizó el aborto a nivel federal. Sin embargo, se han generado diversos obstáculos a nivel estatal y local, como las denominadas leyes de restricción al aborto TRAP laws, que dificultan el acceso al procedimiento, afectando principalmente a las mujeres de bajos recursos.
En conclusión, la tendencia mundial hacia la liberalización del aborto ha experimentado un progreso significativo en las últimas décadas, aunque aún persisten importantes desafíos en torno a la despenalización total y el garantizar un acceso equitativo a los servicios de salud reproductiva en diversas partes del mundo. Es crucial que los organismos internacionales y la sociedad civil continúen monitoreando y abogando por el respeto de los derechos humanos y la salud de las mujeres en este crucial debate.,