
Ryan Ayala, de 24 años, fue despedido de su trabajo en una compañía de suministros médicos y utilizó el dinero de la indemnización para comprarse una motocicleta. Comenzó a trabajar como repartidor para una aplicación de viajes. El 6 de febrero, viajó a Mar del Plata para pasar el verano en la casa de sus tíos. El 20 de febrero, mientras circulaba en su motocicleta Honda GLH, una placa de madera se desprendió de un edificio en construcción y lo golpeó en el cuello, causándole la muerte.
Diego Ayala, padre de Ryan, trabajaba en su pizzería en Claypole, Almirante Brown, y no tenía noticias de su hijo desde la mañana del 20 de febrero. Después de varios intentos fallidos de contactarlo, su cuñado finalmente lo atendió por teléfono y le informó la trágica noticia.
La noche anterior al accidente, Ryan había salido del gimnasio y se había levantado un viento fuerte mientras regresaba a la casa de su tío. La placa de madera, hecha de un material de construcción y carpintería conocido como fenólico, se desprendió del edificio en construcción y lo golpeó en el cuello. Ryan no tuvo tiempo de reaccionar.
La familia Ayala comenzó los trámites para determinar las responsabilidades en la muerte de Ryan. Se enteraron de que el edificio en construcción había estado abandonado durante dos años. Los abogados originales que representaban a la familia no respondían los mensajes, lo que llevó a la familia a buscar a otro abogado para manejar el caso.
Después de una marcha frente al edificio en construcción, la familia notó que la obra seguía representando un gran peligro y que los vecinos habían presentado varias denuncias por la caída de fierros y otros materiales. El fiscal a cargo de la causa había archivado el caso, pero después de la insistencia de la familia, volvió a abrirlo. La familia Ayala todavía se encuentra en estado de shock por la repentina muerte de Ryan y quiere asegurarse de que se haga justicia para su hijo.,