La gesta de Alemania en el estreno de la Eurocopa es insuperable Nunca antes un equipo había infligido una derrota tan humillante en la apertura de un torneo europeo, y Escocia fue la desafortunada víctima de esta exhibición de fuerza.
Aunque los verdaderos artífices de este triunfo fueron Julian Wirtz y Jamal Musiala, quienes demostraron ser el futuro de la Mannschaft, aún no se ha visto el mejor de Ilkay Gündogan y Toni Kroos, dos leyendas alemanas que continúan llevando el peso de las estrellas en el pecho de Alemania.
Su actuación en el partido contra Escocia fue enigmática. Kroos completó el primer tiempo sin fallar un solo pase, una hazaña digna de un extraterrestre, y Gündogan fue clave en el segundo y tercer gol, desapareciendo como por arte de magia, tal como acostumbraba en el Manchester City, jugando con más profundidad.
Esto ha sido posible gracias a que, tras meses de experimentos y adaptación, Julian Nagelsmann parece haber encontrado la fórmula que le faltaba al centro del campo y ha encontrado a la guardia pretoriana necesaria para Kroos y Gündo. Joshua Kimmich jugará toda la Euro como lateral, una decisión acertada por dos razones. La salida de balón y el equilibrio en la medular. Con la calidad de sus dos centrocampistas, no necesita Alemania otro jugador destacado, especialmente porque al ser tan protagonista con el balón lo que requiere es un futbolista que haga de sostén cuando se pierda la pelota.
El elegido para esta tarea no fue otro que Robert Andrich, un soldado raso a todas luces. Jugador del Bayer Leverkusen que ha tenido una gran temporada, y frente a Escocia demostró sus virtudes. Controlar el partido, pero junto a Gündogan y Kroos se emplea más en tareas oscuras. Andrich se dedicó a presionar la pérdida y frenarla si fuera necesario de forma táctica, a realizar coberturas y cubrir a donde no llegaron sus compañeros. Incluso con dureza si la situación lo requiere. Un trabajo tan esencial como el de mover el balón, pero menos vistoso.
Lo mismo puede decirse de Pascal Gross, quien entró al descanso y se empleó de la misma forma, lo que hace pensar que Nagelsmann no tiene decidido quién debe ser el soldado raso titular. Pero eso, sin lugar a dudas, es un problema bendito. Gündogan y Kroos pueden respirar tranquilos.