
Osvaldo Rubén Alonso, un artista plástico de 71 años originario de Mar del Plata con más de 50 años de trayectoria en la pintura de letras y murales, se enfrenta a un nuevo desafío en su carrera. Debido a que la jubilación mínima no es suficiente para cubrir sus gastos, Alonso decidió ampliar su oferta artística para incluir la creación de mensajes intimidatorios en pasacalles, a pedido de vecinos cansados de la creciente ola de violencia y delincuencia en la ciudad.
Nunca había visto a Mar del Plata así. La gente está más enojada y asustada que nunca, afirmó Alonso en diálogo con TN. Los pasacalles festivos han dado paso a mensajes amenazantes y violentos, como Te voy a meter bala o Te vamos a linchar.
A pesar de que Alonso prefiere no incluir malas palabras o escraches en sus obras, ha notado que la demanda de este tipo de mensajes ha aumentado drásticamente en las últimas semanas. La gente siente que no tiene otra opción, explicó.
Alonso estudió Bellas Artes en Buenos Aires en la década de 1970 y ha dedicado su vida a la creación de logos, carteles comerciales y pasacalles alegres para eventos como nacimientos, bodas y cumpleaños. Sin embargo, la crisis económica actual lo ha forzado a reinventarse y a vender sus cuadros a precios significativamente más bajos de lo que estaban acostumbrados.
A pesar de los desafíos, Alonso sigue siendo optimista y se enorgullece de su oficio. A mí me gusta pintar. Las letras, el arte, siempre fue mi pasión, dijo. Pero es la primera vez que no hay plata para un pintor de letras.
En medio de la crisis, Alonso se ha convertido en un cronista callejero del miedo y la ansiedad que viven muchos vecinos de Mar del Plata. Cada vez hay más gente en situación de calle, y encima creció la venta de armas, afirmó. Tengo amigos que trabajan en armerías y me dicen que la mayoría de los que compran son jubilados, gente grande, que se arma para defenderse.
A pesar de las dificultades, Alonso sigue siendo un artista apasionado y agradece el apoyo de la comunidad. La gente fue increíble. Me tocó un veterinario buenísimo y le salvamos la vida a mi perrita Tita. Nunca me olvidaré de eso, dijo.
Hoy en día, Alonso continúa trabajando y sobreviviendo gracias a su arte. Cobro 50 mil pesos cada pasacalle, pero es muy poco el margen de ganancia descontando los materiales, explicó. Prefiero cobrarlo menos para poder vivir y seguir haciendo lo que me gusta. Necesito seguir trabajando, por eso me sirve la difusión.
Agradece a todos los que lo han apoyado y están interesados en sus servicios pueden consultar su cuenta de Facebook en @LETRERISTA.,