
El actual Mundial de Clubes de la FIFA se ha visto afectado por una inesperada interrupción: el protocolo de tormenta eléctrica de los Estados Unidos. Esta medida de precaución, aunque necesaria, ha ocasionado el aplazamiento de siete partidos, incluyendo el encuentro entre Chelsea y Benfica, que se reanudó tras una pausa de más de dos horas.
El entrenador del Benfica, Enzo Maresca, mostró su escepticismo hacia el protocolo, calificándolo de absurdo. Su descontento no radica en las medidas en sí, sino en la elección del país organizador, donde las tormentas eléctricas son comunes en esta época del año. Curiosamente, los Estados Unidos, junto con México y Canadá, serán las sedes del Mundial de 2026.
La norma establece que si un rayo impacta o hay indicios de descarga eléctrica a 13 kilómetros de distancia, el partido se interrumpe automáticamente. El estadio se evacua y los jugadores se retiran a los vestuarios. Una vez iniciada una cuenta atrás de 30 minutos, el partido solo puede reanudarse si no se produce ningún relámpago adicional. En caso de que vuelva a haber actividad eléctrica, se reinicia el proceso.
Es importante destacar que este protocolo no puede ser modificado unilateralmente, ya que se trata de una norma estatal que está por encima de la FIFA. Sería necesario un acuerdo entre el organismo de fútbol mundial y el gobierno de Donald Trump para alterarlo. Además, este protocolo también se aplica en otras competiciones deportivas de los Estados Unidos, como la NFL y la MLS, así como en competiciones universitarias.
Incluso en otros deportes, como el tenis y la Fórmula Uno, existen protocolos que suspenden las competiciones en presencia de inclemencias climáticas. Por lo tanto, no se espera que este protocolo deje de tener efecto durante el Mundial de selecciones el próximo verano.,