
El empresario Antonio Espaillat y su hermana, Maribel Espaillat, responsables del establecimiento nocturno Jet Set, fueron arrestados el 12 de junio por su presunta implicación en la trágica muerte del cantante Rubby Pérez y más de 230 personas, ocurrida el 8 de abril. Esta determinación se deriva de la solicitud de la Fiscalía de la República Dominicana, que los acusa de homicidio involuntario, emitida a través de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional.
La detención se produce después de que peritos del Estado presentaran un informe preliminar donde señalan problemas estructurales como la causa del colapso del local. El Ministerio Público ha calificado el hecho de inmensamente irresponsable y negligente.
En sus declaraciones, Antonio Espaillat ha reconocido que la discoteca Jet Set nunca fue inspeccionada estructuralmente por el Estado, una práctica que, según afirma, era habitual en los negocios de la zona. Sin embargo, siempre se llevaron a cabo revisiones en materia de salud e higiene, así como en lo relativo a salidas de emergencia.
Espaillat ha explicado que el techo de la discoteca estaba cubierto con placas de yeso que, debido al agua de los aires acondicionados, se desprendían regularmente. No obstante, el yeso absorbía la humedad, por lo que se trataba de una situación normal que no había suscitado advertencias previas. El empresario ha confirmado que este material era sustituido regularmente por sus propios empleados y no por una empresa especializada.
De acuerdo con las declaraciones de Espaillat, el último cambio de estas placas tuvo lugar la noche de la tragedia, aunque no ha precisado el número de ellas que fueron modificadas.,